contra la criminalización de la desobediencia civil

Iniciativa social de denuncia y solidaridad con las personas condenadas por la pieza “Desobediencia Civil” en el sumario 18/98

[Para abrir boca:] 18/98… entonces, nosotros también somos terroristas

Asamblea Antimilitarista de Madrid
Diciembre de 2007

Todos a la cárcel: también somos de la Joxemi Zumalabe, también somos terroristas
A finales del año 2005, diversos colectivos antimilitaristas y pertenecientes a otros movimientos sociales, principalmente de Madrid, firmamos y difundimos un manifiesto, en el que manifestábamos nuestra solidaridad incondicional con los compañeros de la Joxemi Zumalabe, ante un intento flagrante de criminalización de la práctica de la desobediencia civil.

Recordábamos en aquel entonces que ese intento no nos era en absoluto extraño, ya que estaba (y está) fresco el recuerdo de cuando el movimiento antimilitarista desarrollaba la campaña de desobediencia civil al Servicio Militar Obligatorio y la Prestación Social Sustitutoria no faltaron voces que, desde la política, los medios de comunicación, el ejército y la judicatura, intentaron desprestigiar burdamente a los objetores insumisos acusándolos de formar parte del entorno de ETA.

En el 2005 lamentábamos la instrucción que realizó el Juez Baltasar Garzón, encarcelando de manera preventiva a 12 personas, acusándolas de promover la desobediencia civil bajo las “órdenes de ETA”. Hoy en el 2007, condenamos el encarcelamiento y pena de siete años de cárcel a los integrantes de la Joxemi Zumalabe, por una supuesta “trama de desobediencial civil” dirigida -no se sabe muy bien cómo- por ETA. Habría que recordar a la judicatura española que son delitos los hechos probados, no las opiniones políticas. Ser nacionalista y/o abertzale no es ser un terrorista ni es equivalente a estar “a las órdenes de ETA”, y nos parece increíble tener que hacer este tipo de afirmaciones en pleno siglo XXI. Si en el 2005 exigíamos la libertad sin cargos y la reparación moral y material de todas las personas encausadas, hoy denunciamos y condenamos el enorme error que a nuestro juicio acaba de producirse, queriendo hacer constar una vez más que volvemos a autoinculparnos por haber promovido y promover en el futuro, la práctica de la desobediencia civil, como contribución decisiva a la humanización y resolución noviolenta del conflicto vasco, a través de la superación de todas sus expresiones de militarización social, violencia política, violencia institucional y terrorismo. Si ellos son terroristas, nosotros también lo somos.
Los integrantes de la Joxemi Zumalabe han sido condenados: ha dado igual que durante el juicio Sabino Ormazabal mostrara expresamente su desacuerdo con ETA y los métodos que utilizan, que recordara su apuesta por la noviolencia desde hace ya 25 años y que se preguntara retóricamente si alguien podía pertenecer a ETA “sin saberlo”, como insinuó el fiscal durante el juicio. O que Mikel Zuloaga, el autor de “Piztu Euskal Herria”

texto que supuestamente vincula a la Fundación Joxemi Zumalabe con ETA, al ser encontrado en la detención de “Kantauri”- hablara de que su texto se difundió entre multitud de organizacions políticas y sociales vascas, buscando “un marco de reflexión para los organismos sociales” y una apuesta por la desobediencia civil en clave soberanista. Pero… ¿como hemos podido llegar a esta situación? puede que algunas claves nos las den trabajos como “Mil y una coces contra la disidencia” (2003) y “Mil y dos coces contra la disidencia” (2005), una recopilación de despropósitos aparecidos en medios de comunicación, donde se podía leer como Saramago “ha hecho una defensa apasionada de la ETA”. El subcomandante Marcos es “un apologista de ETA. Ha recibido enseñanza y entrenamiento de etarras”. Rigoberta Menchú es “vocera de la violencia vasca”. Adolfo Pérez Esquivel es “un agente o semoviente castrista, que está cerca de ETA”. Hebe de Bonafini es “la bestia del pañuelo (…) un cetáceo grasiento y asqueroso (…) elefanta proterrorista (…) la amiga de ETA y Batasuna”. Paco Ibáñez “le pone música lamentable al discurso de Batasuna y de la ETA”. Vázquez Montalbán fue un “propagandista al soviético modo (…) en el estilo batasuno y madracista”…

Y seguimos igual. Recientemente, en torno a todas la movilizaciones de denuncia contra el proyecto de Tren de Alta Velocidad – TAV ya se habla de que “ETA busca atentar contra el TAV para buscar apoyos en el movimiento ecologista”, que Batasuna utiliza “pretextos ecologistas” en sus intervenciones o que el “entorno de ETA se ha marcado como objetivo frenar la construcción de la ’Y vasca’ para el Tren de Alta Velocidad”, ninguneando, despreciando y marcando como “terroristas” a todas las organizaciones y movimientos sociales y vecinales de la Asamblea contra el TAV. Y si ponemos la mirada en Madrid, hay que recordar como se intentó criminalizar también de manera burda las movilizaciones antifascistas que denunciaron el asesinato de Carlos a manos de un militar, con de claraciones de sindicatos policiales que alertaban de las “conexiones directas reconocidas con Batasuna” de la Coordinadora Antifascista de Madrid. Desde la Asamblea Antimilitarista de Madrid y las organizaciones abajo firmantes queremos recordar que seguiremos apostando por la desobediencia civil y la noviolencia como formas de intervención política, y que continuaremos en la movilización y la denuncia de la injusta condena que han recibido los miembros de la Joxemi Zumalabe. Queremos hacerles llegar que no están solos.

No a la criminalización de las ideas.
Madrid, primero de diciembre de 2007

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